Como cada ser humano es dotado con varios cuerpos energéticos, resulta que la intimidad representa en realidad la apertura de estas puertas enigmáticas hasta que nos despertamos en la presencia de los misterios últimos que existen en la esencia espiritual suprema del ser amado.
Debemos ser conscientes que no podemos alcanzar esta intimidad deliciosa sin un estado de comunicación, gradualmente realizado, en los más profundos niveles del ser, cada uno de estos siendo, en su manera, capaz de emocionarnos y polarizarnos en el mismo tiempo, a través de las complementariedades existentes.
Cuanto más participemos intensamente y profundamente en este tipo de comunicación sublime, que nos releva en el mismo tiempo los misterios de nuestro ser, más nos volveremos conscientes del hecho que nunca estamos solos sino al contrario. Cada uno de nosotros está conectado a todos y a todo por innumerables hilos misteriosos que estructuran lo que los tántricos denominan «la red o tejido» misterioso de la manifestación. El descubrimiento de esta realidad objetiva enigmática nos hará descubrir los misterios últimos del sistema TANTRA YOGA. Así podremos entender por que TANTRA es sobrenombrada la ciencia de la red secreta del Universo.
La comunicación empática que conduce a un delicioso estado de intimidad es un verdadero arte. Tiene un estilo y un lenguaje propio diferente de las conversaciones profesionales que son centradas en hechos y cifras o del lenguaje del placer, que a menudo evidencia una tendencia en excitarnos. La comunicación especial que nos conduce a la aparición de la intimidad se basa a menudo en las emociones y tiene un lenguaje personal.
Esta forma de comunicación se forma alrededor del YO narrativo. YO necesito, YO siento muy intenso, YO me gozo, YO me siento muy bien, YO te quiero, YO siento que me desmayo por placer, YO te amo. Todo eso converge en el desencadenamiento concreto de ciertos sentimientos y emociones en el ser amado que las está escuchando en una manera específica. Las comunicaciones desde las cuales surge la más deliciosa intimidad entre dos seres que se aman tienen como base, entre otras cosas, aquellas palabras claras y fuertes que espejan las resonancias misteriosas del corazón y del ser.
En el momento en el cual nos exprimimos los sentimientos (y no las ideas o las opiniones personales) nosotros creamos casi instantáneamente un delicioso estado de intimidad, porque en este momento revelamos nuestra auténtica personalidad. La personalidad de cada ser humano es única. No es posible que existan dos personalidades similares en el mismo tiempo. Si quieren, por ejemplo, estar inspirados y encontrar después las palabras correctas para expresar sus sentimientos, pueden realizar una introspección en su corazón y poner las siguientes preguntas: “¿Que es lo que siento yo en este momento? ¿Qué debo decir en este momento?”. Inmediatamente después digan con mucho coraje, con todos los riesgos que pueden aparecer, cuanto más directo y más simple, exactamente lo que sienten.
Es importante saber en el inicio que, casi todo lo que sentimos, vale la pena expresar lo cuanto más sincero, directo y espontáneo posible. El principio es valido incluso para un estado de vergüenza que podemos sentir, para un estado de excitación, para una emoción intensa y placentera, para una esperanza secreta, para un sentimiento de incapacidad, para una inhibición. Si expresamos espontáneamente, claro y directo exactamente lo que sentimos, abriremos de esta manera una ventana hacia el espacio de nuestro corazón y invitarán así al ser que aman a gozar la luz que existe allí.