Hatha yoga es mucho más que una práctica física, si bien a menudo se asocia con posturas (asanas) que mejoran la flexibilidad, la fuerza y ​​el equilibrio, sus efectos van mucho más allá. Yoga permite un viaje profundo hacia el descubrimiento de nuestro ser, y armoniza todos nuestros niveles; físico, emocional, mental y espiritual.

En esencia, el Hatha yoga está diseñado para cultivar un profundo sentido de conciencia, de paz interior y eventualmente la realización de nuestra esencia suprema. La práctica enseña atención plena, para comprender los efectos de cada ejercicio en distintos niveles. Este proceso de interiorización y conexión profunda, crea un flujo meditativo que calma la mente y el sistema nervioso. Este estado de calma permite a los practicantes desconectarse del estrés de la vida diaria, lo que conduce a una mayor claridad mental y resiliencia emocional.

Además, el Hatha yoga fortalece un sentido de autoestima y armonía interior, promoviendo el equilibrio y la alineación dentro del sistema energético. Las posturas activan canales de energía (nadis) y centros de fuerza (chakras), permitiendo que el prana, o fuerza vital, fluya libremente. Esta alineación energética aumenta la vitalidad, mejora la concentración y fomenta un mayor sentido de propósito y conexión con el universo.

Hatha yoga eventualmente prepara a sus practicantes para formas más profundas de meditación y exploración espiritual.