Llamada internacional urgente! Parad inmediatamente la implementación de las redes inalámbricas 5G (de 5a generación) en la Tierra y en el Espacio
A las ONU, OMS, UE, Consejo de Europa y gobiernos de todas las naciones:
Los abajofirmantes científicos, doctores, organizaciones medioambientales y ciudadanos de los países nombrados en esta apelación, urgentemente llamamos a la parada del despliegue de las redes inalámbricas 5G (de quinta generación), incluyendo el 5G de los satélites espaciales. 5G incrementará de forma imponente la exposición a la radiofrecuencia (RF) además de las ya existentes redes de telecomunicación: 2G, 3G y 4G. Ha sido probado que la radiación RF es dañina para los humanos y para el medio ambiente. El despliegue de 5G constituye un experimento sobre la humanidad y el medio ambiente que es definido como un crimen bajo el derecho internacional.
Resumen ejecutivo
Compañías de telecomunicación a nivel mundial, con el apoyo de los gobiernos, están preparadas para desarrollar la red inalámbrica de 5a generación en los dos próximos años. Se prevé que esto acarree cambios sociales sin precedentes a escala global. Tendremos casas «inteligentes», empresas «inteligentes, autopistas «inteligentes, ciudades «inteligentes» y coches automáticos. Todo lo que poseamos y compremos, desde neveras a lavavajillas a cartones de leche, cepillos y pañales, contendrán antenas y microchips y se conectarán a Internet de forma inalámbrica. Todas las personas en la Tierra tendrán acceso instantáneo a comunicaciones inalámbricas a alta velocidad y de baja latencia desde cualquier punto del planeta, incluso en las selvas tropicales, en el océano y en el Antártico.
Lo que no es tan ampliamente reconocido es que esto también resultará en un cambio medioambiental sin precedentes a nivel global. Es imposible prever la densidad que tendrán los transmisores de radiofrecuencia. Además de los millones de nuevas estaciones base de 5G en la tierra y 20.000 nuevos satélites espaciales, se estima que 200 billones de objetos en transmisión serán parte del Internet de las Cosas alrededor de 2.020, y un trillón de objetos más también pocos años más tarde. Un 5G comercial a una frecuencia más baja y velocidades más lentas fue ya desplegado en Qatar, Finlandia y Estonia a mediados de 2018. El despliegue del 5G a frecuencias extremadamente altas (de ondas milimétricas) está previsto para finales de 2018.
A pesar de la negación generalizada, las evidencias que prueban que las radiaciones de radiofrecuencia (RF) son dañinas para la vida son ya abrumadoras. La evidencia clínica acumulada en seres humanos enfermos y heridos, la evidencia experimental del daño que causa al ADN, a las células y a los sistemas orgánicos en una amplia variedad de plantas y animales, y la evidencia epidemiológica de que las principales enfermedades de la civilización moderna (cáncer, enfermedades del corazón y diabetes) son en gran parte causadas por la contaminación electromagnética, forman una base bibliográfica de más de 10,000 estudios revisados.
Si los planes de la industria de las telecomunicaciones para 5G llegan a buen término, ninguna persona, ningún animal, ningún pájaro, ningún insecto ni ninguna planta en la Tierra podrán evitar la exposición, las 24 horas del día, los 365 días del año, a niveles de radiación de RF que son decenas o cientos de veces más grandes de las que existen hoy en día, sin posibilidad de escapar a ninguna parte del planeta. Estos planes 5G amenazan con provocar efectos graves e irreversibles en los seres humanos y daños permanentes a todos los ecosistemas de la Tierra.
Se deben tomar medidas inmediatas para proteger a la humanidad y al medio ambiente, de acuerdo con los imperativos éticos y los acuerdo internacionales.
5G producirá un aumento masivo de la exposición ineludible e involuntaria a la radiación inalámbrica.
5G con base en la tierra
Para transmitir las enormes cantidades de datos requeridos para el Internet de las Cosas (IoT), la tecnología 5G, cuando se implemente por completo, utilizará ondas milimétricas que se transmiten pobremente a través del material sólido. Esto requerirá que todos los operadores instalen estaciones base cada 100 metros en cada área urbana del mundo. A diferencia de las generaciones anteriores de tecnología inalámbrica, en las que una única antena transmite en un área amplia, las estaciones base 5G y los dispositivos 5G tendrán múltiples antenas dispuestas en «matrices en fase» que trabajan juntas para emitir rayos enfocados, dirigibles y similares a los de un láser que se rastrean entre sí.
Cada teléfono 5G contendrá docenas de pequeñas antenas, todas trabajando juntas para rastrear y apuntar un rayo estrechamente enfocado hacia la torre de telefonía móvil más cercana. La Comisión Federal de Comunicacianes (FCC, por sus siglas en inglés) de los EE. UU. adoptó las reglas que permiten que la potencia efectiva de esos rayos sea de hasta 20 vatios, diez veces más potente que los niveles permitidos para los teléfonos actuales.
Cada estación base 5G contendrá cientos o miles de antenas que apuntan múltiples rayos similares a los de un láser simultáneamente en todos los teléfonos móviles y dispositivos de usuario en su área de servicio correspondiente. Esta tecnología se denomina «salida múltiple entrada múltiple» o MIMO. Las reglas de la FCC permiten que la potencia radiada de los rayos de una estación base 5G sea de hasta 30.000 vatios por 100MHz de espectro, o equivalentemente de 300.000 vatios por GHz de espectro, de decenas a cientos de veces más potentes que los niveles permitidos para las estaciones base actuales.
5G con base en el espacio
Por lo menos cinco compañías proponen proporcionar 5G desde el espacio a partir de una combinación de 20,000 satélites en órbita terrestre baja y media que cubrirá la Tierra con rayos potentes, enfocados y dirigibles. Cada satélite emitirá ondas milimétricas con una potencia radiada efectiva de hasta 5 millones de vatios desde miles de antenas dispuestas en un conjunto de fases.
Aunque la energía que llega al suelo desde los satélites será menor que la de las antenas basadas en tierra, irradiará áreas de la Tierra a las que no llegan otros transmisores y se añadirá a las transmisiones 5G basadas en la Tierra de miles de millones de objetos de IoT. Aún más importante, los satélites se ubicarán en la magnetosfera de la Tierra, que ejerce una influencia significativa sobre las propiedades eléctricas de la atmósfera. La alteración del entorno electromagnético de la Tierra podría ser una amenaza aún mayor para la vida que la radiación de las antenas terrestres (ver más abajo).
Los efectos dañinos de la radiofrecuencia han sido ya comprobados
Incluso antes de que se propusiera la 5G, docenas de peticiones y apelaciones de científicos internacionales, incluida la Apelación de Freiburger firmada por más de 3.000 médicos, pidieron el cese de la expansión de la tecnología inalámbrica y la moratoria de las nuevas estaciones base.
En 2015, 215 científicos de 41 países comunicaron su alarma a las Naciones Unidas (UN) y a la Organización Mundial de la Salud. Afirmaron que «numerosas publicaciones científicas recientes han demostrados que los campos electromagnéticos (CEM) afectan a los organismos vivos a niveles muy superiores a los que establecen la mayoría de directrices internacionales y nacionales».
Más de 10.000 estudios científicos revisados demuestran daños a la salud humana por la radiación de FR. Los efectos incluyen:
– Alteración del ritmo cardíaco
– Expresión génica alterada
– Metabolismo alterado
– Desarrollo alterado de células madre
– Cáncer
– Enfermedades cardiovasculares
– Deterioro cognitivo 1
– Daño en el ADN
– Impactos en el bienestar general
– Incremento de los radicales libres
– Deficiencias de aprendizaje y memoria
– Deterioro de la función y calidad del esperma
– Aborto involuntario
– Daño neurológico
– Obesidad y diabetes
Efectos en los niños incluyen autismo, déficit de atención y trantorno de hiperactividad y asma.
El daño va mucho más allá de la raza humana, ya que existe abundante evidencia de daños a diversos animales de plantas y animales salvajes y de laboratorio, que incluyen:
-Hormigas
-Pájaros
-Bosques
-Ranas
-Moscas de la fruta
-Abejas de miel
-Insectos
-Mamíferos
-Ratones
-Plantas
-Ratas
-Árboles
También se han registrado efectos microbiológicos negativos.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) de la OMS concluyó en 2011 que la radiación de RF de frecuencias de 30 kHz a 300 GHz es posiblemente carcinogénica para los seres humanos (Grupo 2B). Sin embargo, pruebas recientes, incluidos los últimos estudios sobre el uso de teléfonos celulares y los riesgos del cáncer cerebral, indican que la radiación de radiofrecuencia es carcinogénica para los humanos y que ahora debe clasificarse como un «carcinógeno del Grupo 1» junto con el humo del tabaco y el asbesto.
La mayoría de las señales inalámbricas contemporáneas están moduladas por pulsos. El daño es causado tanto por la onda portadora de alta frecuencia como por las pulsaciones de baja frecuencia.
El despliegue de satélites 5G debe ser prohibido con urgencia.
La Tierra, la ionosfera y la atmósfera inferior forman el circuito eléctrico global en el que vivimos. Está bien establecido que los ritmos biológicos —de los humanos, aves, hamsters, y arañas— están controlados por el entorno electromagnético natural de la Tierra y que el bienestar de todos los organismos depende de la estabilidad de este entorno, incluyendo las propiedades eléctricas de la atmósfera. Cherry, en un artículo innovador, explicó la importancia de las resonancias de Schumann y por qué los trastornos ionosféricos pueden alterar la presión arterial y la melatonina y causar «cáncer, enfermedades reproductivas, cardíacas y neurológicas» y la muerte ”.
Estos elementos de nuestro entorno electromagnético ya han sido alterados por la radiación de las líneas eléctricas. La radiación armónica de la línea eléctrica alcanza la ionosfera y la magnetosfera de la Tierra, donde se amplifica por las interacciones onda-partícula. En 1985, el Dr. Robert O. Becker advirtió que la radiación armónica de la línea eléctrica ya había cambiado la estructura de la magnetosfera, y que la continua expansión de este efecto “amenaza la viabilidad de toda la vida en la Tierra”. La colocación de decenas de miles de satélites directamente tanto en la ionosfera como en la magnetosfera, emitiendo señales moduladas a millones de vatios y millones de frecuencias, es probable que altere nuestro entorno electromagnético más allá de nuestra capacidad de adaptación.
El monitoreo informal ya ha proporcionado evidencia que indica efectos graves en humanos y animales de los aproximadamente 100 satélites que han brindado servicios de telefonía 2G y 3G desde órbita baja desde 1998. Estos efectos no pueden entenderse solo considerando los bajos niveles de radiación en el suelo. Se debe tener en cuenta el conocimiento de otras disciplinas científicas relevantes, incluidos los campos de la física atmosférica y la acupuntura. Agregar 20,000 satélites 5G contaminará aún más el circuito eléctrico global y podría alterar las resonancias de Schumann con que ha evolucionado toda la vida en la tierra. Los efectos serán universales y pueden ser profundamente dañinos.
5G es cualitativamente y cuantitativamente diferente de 4G
La idea de que toleraremos entre diez y cientos de veces más radiación en longitudes de onda milimétricas se basa en un modelado defectuoso del cuerpo humano como una capa llena de un líquido homogéneo. En la suposición de que las ondas milimétricas no penetran más allá de la piel se ignora por completo los nervios, vasos sanguíneos y otras estructuras eléctricamente conductoras que pueden transportar corrientes inducidas por radiación a lo profundo del cuerpo. Otro error potencialmente más grave es que las matrices en fase no son antenas comunes. Cuando un campo electromagnético ordinario ingresa al cuerpo, causa que las cargas se muevan y que las corrientes fluyan. Pero cuando los pulsos electromagnéticos extremadamente cortos ingresan al cuerpo, ocurre algo más: las cargas en sí mismas se convierten en pequeñas antenas que vuelven a unir el campo electromagnético y lo envían más profundamente al cuerpo. Estas ondas redirigidas se denominan precursores de Brillouin. Se vuelven significativas cuando la potencia o la fase de las ondas cambia con la suficiente rapidez. 5G probablemente satisfaga ambos criterios.
Además, la penetración superficial en sí misma representa un peligro único para los ojos y para el órgano más grande del cuerpo, la piel, así como para las criaturas muy pequeñas. Recientemente se han publicado estudios revisados que predicen quemaduras térmicas de la piel en humanos de radiación 5G y absorción resonante por insectos, que absorben hasta 100 veces más radiación en longitudes de onda milimétrica que en longitudes de onda actualmente en uso. Dado que las poblaciones de insectos voladores han disminuido en un 75-80 por ciento desde 1989 incluso en áreas naturales protegidas, la radiación de 5G podría tener efectos catastróficos en las poblaciones de insectos en todo el mundo. Un estudio realizado en 1986 por Om Gandhi advirtió que las ondas milimétricas son fuertemente absorbidas por la córnea del ojo, y que la ropa ordinaria, al ser de un grosor de un milímetro, aumenta la absorción de energía de la piel por un efecto de tipo resonancia. Russell (2018) revisa los efectos conocidos de las ondas milimétricas en la piel, los ojos (incluidas las cataratas), la frecuencia cardíaca, el sistema inmunológico y el ADN.
Los reguladores han excluido deliberadamente la evidencia científica del daño
Hasta ahora, las partes interesadas en el desarrollo de 5G han sido industrias y gobiernos, mientras que científicos renombrados de EMF internacionales que han documentado efectos biológicos en humanos, animales, insectos y plantas, y efectos alarmantes sobre la salud y el medio ambiente en miles de estudios revisados por expertos han sido excluidos. El motivo de las actuales pautas de seguridad inadecuadas son los conflictos de interés de los organismos de normalización «debido a sus relaciones con las compañías de telecomunicaciones o eléctricas, que socavan la imparcialidad que debe regir la regulación de los Estándares de exposición pública para las radiaciones no ionizantes». El Profesor Emérito Martin L. Pall expone detalladamente los conflictos de interés y las listas de estudios importantes que se han excluido en su revisión de la literatura sobre el tema.
La hipótesis térmica esta obsoleta: se necesitan nuevos estándares de seguridad. Las pautas de seguridad actuales se basan en la hipótesis obsoleta de que el calentamiento es el único efecto perjudicial de los CEM. Como han señalado Markov y Grigoriev, «Las normas actuales no consideran la contaminación real del medio ambiente con radiación no ionizante». Cientos de científicos, incluidos muchos signatarios de esta apelación, han demostrado que existen muchos tipos diferentes de enfermedades y lesiones agudas y crónicas causadas sin calentamiento («efecto no térmico») por niveles de radiación muy por debajo de las directrices internacionales. Los efectos biológicos se producen incluso a niveles de potencia cercanos a cero. Los efectos que se han encontrado a 0.02 picowatts (billones de vatios) por centímetro cuadrado o menos incluyen una estructura genética alterada en E. Coli y en ratas, EEG alterados en humanos, la estimulación del crecimiento en plantas de frijol y la estimulación de la ovulación en pollos.
Para proteger contra los efectos no térmicos, se debe considerar la duración de la exposición. 5G expondrá a todos a muchas más transmisiones de forma simultánea y continua, día y noche sin cesar. Los nuevos estándares de seguridad son necesarios y deben basarse en la exposición acumulativa y no solo en los niveles de potencia, sino también en la frecuencia, el ancho de banda, la modulación, la forma de onda, el ancho del pulso y otras propiedades que son biológicamente importantes. Las antenas deben limitarse a ubicaciones específicas, identificadas públicamente. Para proteger a los humanos, las antenas deben estar ubicadas lejos de donde viven y trabajan las personas, y excluidas de los derechos de paso públicos donde las personas caminan. Para proteger la vida silvestre, deben ser excluidos de los santuarios de áreas silvestres y minimizados estrictamente en áreas remotas de la Tierra. Para proteger toda la vida, los satélites de comunicaciones comerciales deben ser limitados en número y prohibidos en las órbitas terrestres bajas y medias. Las matrices en fase deben estar prohibidas en la Tierra y en el espacio.
La radiación RF tiene efectos tanto agudos como crónicos
La radiación de RF tiene efectos tanto inmediatos como a largo plazo. El cáncer y las enfermedades cardíacas son ejemplos de efectos a largo plazo. La alteración del ritmo cardíaco y los cambios en la función cerebral (EEG) son ejemplos de efectos inmediatos. Un síndrome que se llamó enfermedad de las ondas de radio en la antigua Unión Soviética y se llama hipersensibilidad electromagnética (EHS, por sus siglas en inglés) en todo el mundo hoy en día puede ser aguda o crónica. El profesor Dr. Karl Hecht ha publicado una historia detallada de estos síndromes, recopilada a partir de una revisión de más de 1.500 artículos científicos rusos y las historias clínicas de más de 1.000 de sus propios pacientes en Alemania. Los hallazgos objetivos incluyen trastornos del sueño, presión arterial anormal y frecuencia cardíaca, trastornos digestivos, pérdida de cabello, tinnitus y erupción cutánea. Los síntomas subjetivos incluyen mareos, náuseas, dolor de cabeza, pérdida de memoria, incapacidad para concentrarse, fatiga, síntomas gripales y dolor cardíaco.
La Guía EMF de EUROPAEM 2016 establece que el EHS se desarrolla cuando las personas están «continuamente expuestas en su vida diaria» a niveles crecientes de EMF, y que la «reducción y prevención de la exposición a EMF» es necesaria para restaurar la salud de estos pacientes. Esta no debería ser considerada una enfermedad, sino una lesión por un ambiente tóxico que afecta a una porción cada vez mayor de la población, estimada en 100 millones de personas en todo el mundo, y que puede afectar pronto a todos si se permite el despliegue mundial de 5G.
La Declaración científica internacional sobre EHS y la sensibilidad química múltiple (MCS), Bruselas, declaró en 2015 que “[la] inacción supone un costo para la sociedad y ya no es una opción … [Reconocemos unánimemente este grave peligro para la salud pública … [Que exige con urgencia] que se adopten y se prioricen las principales medidas de prevención primaria, para enfrentar esta pan-epidemia mundial en perspectiva ”(énfasis agregado).
Los gobiernos del mundo están fallando en su deber de cuidar a las poblaciones que gobiernan
En su prisa por implementar 5G y alentar el uso sin restricciones del espacio exterior, la Unión Europea, los Estados Unidos y los gobiernos nacionales de todo el mundo están tomando medidas para garantizar un entorno regulatorio «sin barreras». Están prohibiendo a las autoridades locales hacer cumplir las leyes ambientales, y «en interés de un despliegue rápido y rentable», están eliminando «cargas innecesarias … como los procedimientos de planificación local [y] la variedad de límites específicos sobre las emisiones del campo electromagnético (CEM) y los métodos necesarios para agregarlos».
Los gobiernos también están promulgando leyes para hacer que las instalaciones inalámbricas tengan el uso permitido en todos los derechos de paso públicos. Hasta la fecha, la mayoría de las instalaciones inalámbricas se han ubicado en propiedades privadas a cierta distancia de hogares y negocios. Sin embargo, para que estén separados por menos de 100 metros, como lo exige la 5G, ahora estarán ubicados en la acera directamente en frente de casas y negocios y cerca de las cabezas de los peatones, incluidas las madres con bebés.
Los requisitos de aviso público y las audiencias públicas están siendo eliminados. Incluso si hubiera una audiencia y 100 expertos científicos testificaran en contra de 5G, se han aprobado leyes que hacen ilegal que las autoridades locales tomen en consideración su testimonio. La ley de los EE.UU., Por ejemplo, prohíbe a los gobiernos locales regular la tecnología inalámbrica «sobre la base de los efectos ambientales de la radiación de radiofrecuencia», y los tribunales han revocado las decisiones reglamentarias sobre la colocación de torres celulares simplemente porque la mayor parte de los testimonios públicos fueron sobre salud. Los aseguradores no brindarán cobertura contra los riesgos de EMF, y no hay claridad sobre qué entidad asumirá la responsabilidad legal por los daños a la vida, miembros y propiedades que surjan de la exposición a 5G, ya sea en tierra o en el espacio.
A falta de un régimen legal amplio acordado que regule las actividades en el espacio exterior, la responsabilidad legal de esas actividades es inexistente, a pesar de la perspectiva de continentes enteros, la atmósfera y los océanos puestos en riesgo por ellos.
Se están violando acuerdos internacionales.
Los niños y el deber de cuidarlos
La Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño: “los Estados se comprometen a garantizar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar (art. 3), lo que garantiza la supervivencia y el desarrollo del niño.”(Art. 6) y a “tomar las medidas adecuadas para combatir enfermedades … teniendo en cuenta los peligros y riesgos de la contaminación ambiental ”(art. 24 (c)).
El Código de Nuremberg (1947) se aplica a todos los experimentos en seres humanos, por lo que incluye el despliegue de 5G con una exposición a la radiación de RF nueva y más alta cuya seguridad no ha sido probada previamente. “El consentimiento voluntario del sujeto humano es absolutamente esencial” (art. 1). La exposición a 5G será involuntaria. «No se debe realizar ningún experimento, donde exista una razón a priori para creer que se producirán lesiones mortales o incapacitantes» (art. 5). Los hallazgos de más de 10,000 estudios científicos y las voces de cientos de organizaciones internacionales que representan a cientos de miles de miembros que han sufrido lesiones incapacitantes y han sido desplazados de sus hogares por instalaciones de telecomunicaciones inalámbricas ya existentes, son “razones a priori para creer que la muerte o las lesiones incapacitantes se producirán”.
Deber de informar y EMFs.
La Asamblea Mundial de Normalización de las Telecomunicaciones (2012) de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) declaró que «hay una necesidad de informar al público sobre los posibles efectos de la exposición a campos electromagnéticos (EMF)» e invitó a los Estados miembros a «adoptar medidas adecuadas para garantizar el cumplimiento de las recomendaciones internacionales pertinentes para proteger la salud contra los efectos adversos de los EMF «.
La revisión a medio plazo del Plan de acción europeo de medio ambiente y salud 2004-2010 (2008): «El Parlamento Europeo … reconoce que los límites de exposición a los campos electromagnéticos establecidos para el público en general son obsoletos, … obviamente no tiene en cuenta la evolución de las tecnologías de la información y la comunicación, las recomendaciones emitidas por la Agencia Europea de Medio Ambiente o las normas de emisión más estrictas adoptadas, por ejemplo, por Bélgica, Italia y Austria, y no abordan el tema de los grupos vulnerables, como Mujeres embarazadas, bebés recién nacidos y niños «. Resolución 1815 (Consejo de Europa, 2011): «Tomar todas las medidas razonables para reducir la exposición a los campos electromagnéticos, especialmente a las radiofrecuencias de los teléfonos móviles, y en particular a la exposición a los niños y jóvenes».
Medio ambiente
La Declaración de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente Humano (1972): «El vertido de sustancias tóxicas … en cantidades o concentraciones que excedan la capacidad del medio ambiente para hacerlas inofensivas, debe detenerse para garantizar que no se inflige a los ecosistemas un daño irreversible ”(principio 6).
La Carta Mundial de la Naturaleza (1982): «Las actividades que pueden causar daños irreversibles a la naturaleza deben evitarse … Cuando se desconoce los posibles efectos adversos, las actividades no deben continuar» (art. 11).
La Declaración de Río sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (1992): «Los Estados tienen … la responsabilidad de garantizar que las actividades dentro de su jurisdicción o control no causen daños al medio ambiente de otros Estados o áreas más allá de los límites de la jurisdicción nacional» (principio 2) .
La Cumbre Mundial de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (2002): «Hay una necesidad urgente de … crear respuestas políticas nacionales y regionales más efectivas a las amenazas ambientales para la salud humana» (párr. 54 (k)).
La Convención Africana sobre la Conservación de la Naturaleza y los Recursos Naturales (2017): “Las Partes… tomarán todas las medidas apropiadas para prevenir, mitigar y eliminar, en la medida de lo posible, los efectos perjudiciales para el medio ambiente, en particular los radiactivos, tóxicos y otras sustancias y desechos peligrosos ”(art. 13).
Salud y derechos humanos.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos: «Toda persona tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de la persona» (art. 3).
La Estrategia mundial de las Naciones Unidas para la salud de las mujeres, los niños y los adolescentes (2016-2030) tiene como objetivos y metas «transformar», expandir los entornos propicios; “sobrevivir”, reduciendo la mortalidad materna y neonatal; y «prosperar» asegurando la salud y el bienestar y reduciendo las muertes y enfermedades relacionadas con la contaminación.
Espacio
El Tratado sobre el espacio ultraterrestre (1967) exige que el uso del espacio ultraterrestre se realice «evitando [su] contaminación nociva y también los cambios adversos en el medio ambiente de la Tierra»art. IX)
Las Directrices de las Naciones Unidas para la sostenibilidad a largo plazo de las actividades en el espacio ultraterrestre (2018): «Los Estados y las organizaciones internacionales intergubernamentales deben abordar … los riesgos para las personas, los bienes, la salud pública y el medio ambiente asociados con el lanzamiento, la operación en órbita y la recuperación de los objetos espaciales ”(directriz 2.2 (c)).
Los gobiernos del mundo están jugando a los dados con la vida en la Tierra.
Albert Einstein afirmó que «Dios no juega a los dados». Sin embargo, al continuar con la transmisión en la Tierra y desde el espacio de 5G, una tecnología sin precedentes de ondas milimétricas utilizadas anteriormente como un arma de energía en operaciones militares y control de multitudes, los gobiernos mundiales están jugando temerariamente a los dados con el futuro de la vida en la Tierra.
Negarse a aceptar y aplicar el conocimiento científico relevante y válido es éticamente inaceptable. Las investigaciones existentes muestran que la 5G, y especialmente la 5G basada en el espacio, contraviene los principios consagrados en la gran mayoría de acuerdos internacionales.
Llamamos a la ONU, la OMS, la UE, el Consejo de Europa y los gobiernos de todas las naciones a
(a) Tomar medidas inmediatas para detener el despliegue de 5G en la Tierra y en el espacio a fin de proteger a toda la humanidad, especialmente a los no nacidos, bebés, niños, adolescentes y mujeres embarazadas, así como al medio ambiente;
(b) Cumplir con la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño y la Resolución 1815 del Consejo de Europa informando a los ciudadanos, incluidos maestros y médicos, sobre los riesgos para la salud (para adultos y niños) de la radiación de RF, y por qué deben hacerlo y cómo pueden evitar la comunicación inalámbrica y las estaciones base, particularmente en guarderías o cerca de ellas, escuelas, hospitales, hogares y lugares de trabajo;
c) Favorecer e implementar telecomunicaciones por cable en lugar de inalámbricas;
(d) Prohibir a la industria inalámbrica / de telecomunicaciones que a través de sus organizaciones de tipo “lobby” persuadan a los funcionarios para que tomen decisiones que permitan una mayor expansión de la radiación de RF, incluida la 5G en tierra y en el espacio;
(e) Designar de inmediato, sin influencia en la industria, grupos internacionales de EMF independientes, verdaderamente imparciales y científicos de la salud sin conflictos de intereses con el fin de establecer nuevos estándares internacionales de seguridad para la radiación de RF que no se basen solo en los niveles de potencia, que consideren la exposición acumulativa, y que protejan contra todos los efectos a la salud y al medio ambiente, no solo los efectos térmicos y no solo los efectos en los seres humanos;
(f) Nombrar de inmediato, sin influencia de la industria, grupos internacionales de científicos con experiencia en EMF, salud, biología y física atmosférica, con el fin de desarrollar un marco regulatorio integral que garantice que los usos del espacio exterior sean seguros para los seres humanos y el medio ambiente, teniendo en cuenta la radiación de radiofrecuencia, los gases de escape de los cohetes, el hollín negro y los desechos espaciales y sus impactos sobre el ozono, el calentamiento global, la atmósfera y la preservación de la vida en la Tierra. No solo la tecnología terrestre, sino también la espacial, debe ser sostenible para adultos y niños, animales y plantas.
Por favor responda al Administrador de Apelaciones que se indica a continuación, detallando las medidas que piensa tomar para proteger a la población mundial contra la exposición a la radiación de RF, especialmente la radiación 5G. Esta apelación y su respuesta estarán disponibles públicamente en www.5gSpaceAppeal.org.
Respetuosamente, Arthur Firstenberg, administrador de apelaciones, info@5gSpaceAppeal.org.
Es urgente que cada uno de nosotros firme la apelación.
Firmantes iniciales
AFRICA
Lauraine Margaret Helen Vivian, PhD, Anthropology and Psychiatry; Honorary Research Associate, Faculty of Health and Medical Sciences, University of Copenhagen, Denmark. Signatory for South Africa.
ASIA
Girish Kumar, PhD, Professor, Electrical Engineering Department, Indian Institute of Technology Bombay, Powai, Mumbai, India.
AUSTRALIA
Don Maisch, PhD, Independent researcher, author of ”The Procrustean Approach”, Lindisfarne, Tasmania, Australia.
EUROPE
Alfonso Balmori, BSc, Master in Environmental Education, Biologist. Valladolid, Spain.
Klaus Buchner, Dr. rer. nat., Professor, MEP – Member of the European Parliament, Kompetenzinitiative zum Schutz von Mensch, Umwelt und Demokratie e.V., München, Germany.
Daniel Favre, Dr. phil. nat., Biologist, A.R.A. (Association Romande Alerte aux Ondes Electromagnétiques), Switzerland.
Annie Sasco, MD, DrPH, SM, HDR, former Chief of Research Unit of Epidemiology for Cancer Prevention at the International Agency for Research on Cancer (IARC), Lyon; former Acting Chief, Programme for Cancer Control of the World Health Organization (WHO); former Director of Research at the Institut National de la Santé et de la Recherche Médicale (INSERM); France.
NORTH AMERICA
Martin Pall, Professor Emeritus of Biochemistry and Basic Medical Sciences, Washington State University, residing in Portland, Oregon, USA.
Kate Showers, PhD, Soil Science, Senior Research Fellow, Centre for World Environmental History, University of Sussex, Falmer, Brighton, UK, residing in Bolton-Est, Québec, Canada.
SOUTH AMERICA
Carlos Sosa, MD, University of Antioquia, Medellín, Colombia.
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