El conocimiento de Sí Mismo

El conocimiento de Sí Mismo

En los tiempos actuales la mayoría de las personas viven a la superficie de su propia personalidad, es decir, tienen un conocimiento muy limitado sobre sí mismos/as, sus emociones, pensamientos, percepciones interiores, sensaciones, etc. Esto es resultado de muchos factores, como la educación, cultura, estilo de vida. De hecho, en nuestra sociedad, el estilo de vida que se promueve no deja espacio para la introspección y autoanálisis, las personas están constantemente sometidas a estímulos exteriores que promueven la extroversión, la producción, el consumo, el auto imagen, lo que produce una desconexión total con uno/a mismo/a. Pocos son los que de verdad reconocen la necesidad de momentos de introspección, contemplación, reflexión de los sucesos de la vida y de cómo uno/a interactúa con el entorno. 

La práctica espiritual del sistema Yoga, nos propone, desde inicio transformar este patrón de comportamiento y ponerle más atención a todos los fenómenos que suceden en nuestro universo interior: la calidad de los pensamientos, qué tipo de emociones predominan, por que siento lo que siento, cómo percibo la realidad, qué creo que es la verdad, qué de hecho he venido hacer en esta vida, etc. Este es un primer paso, y muy importante, para salir del piloto automático, y dejar de reaccionar delante de los eventos, sino actuar con la propia voluntad y consciencia. 

El autoconocimiento es el primer peldaño de la escalera que nos lleva hacia los niveles superiores de consciencia mencionados en los tratados antiguos de Yoga. Cuando se decide emprender este camino pueden surgir obstáculos, tales como: la falta de coraje para verse a sí mismo como es, la ausencia de autocontrol que permite este proceso de introspección, la predominancia de emociones negativas en la personalidad (ira, odio, celos, letargia), estados de confusión mental que impiden ver la realidad con claridad, miedo a confrontarse con los complejos interiores. Teniendo en cuenta estos obstáculos, cuando se manifiesten, será más fácil superarlos, siempre y cuando el practicante tenga la aspiración necesaria hacia superar sus propias limitaciones y volverse un ser humano mejor. 

En el proceso de conocimiento de sí mismo a través de la práctica del sistema milenario Yoga, para que de verdad se pueda valorar el progreso y la transformación interior, es recomendable hacer un mapeo de la propia personalidad, los defectos y cualidades manifestadas o potenciales. Esto puede ser hecho en forma de lista, por escrito, con la frecuencia que se considere necesario. Teniendo conciencia cuales son los defectos, el sistema Yoga nos revela una modalidad muy eficiente para “mejorarlos”, que consiste en despertar la cualidad correspondiente al defecto y energizarla a través de la práctica, por ejemplo, la rabia se puede convertir en compasión, la envidia en admiración, los celos en abnegación, la tristeza en felicidad,  el miedo en coraje, etc. 

Todas estas nociones esotéricas más profundas son detalladas en nuestros cursos, con técnicas específicas para ponerlas en práctica y valorar a través de la experiencia directa su eficiencia.